Como sacar provecho de un desastre absoluto

Corredorxs populares, ninguna persona con un reloj gps es ajena a problemas como que el gps no mida bien el track, el pulsómetro óptico marque valores desorbitados o no consecuentes con el esfuerzo realizado y percibido, que la velocidad o ritmo que nos marque el reloj no se ajuste a la realidad, un reinicio inesperado, etc. Pero, además, se nos puede juntar esa tesitura con puentes, túneles, personas con poca empatía que ocupan la acera al completo mientras pasean a su mascota, semáforos, … Y si a eso le sumamos un error en la estructuración de nuestra sesión de ese día, pues apaga y vámonos, el desastre está servido y cuando llegamos a casa tenemos más ganas de tirar el reloj por la ventana que de mirar el análisis de entrenamiento que se haya registrado.

Pues precisamente, para ese tipo de días que todx corredor(a) popular ha vivido alguna que otra vez es interesante leer la entrada de hoy. ¿Qué podemos hacer para sacar jugo de unos datos difíciles de leer por continuos problemas? ¿Los descartamos directamente? ¿Mejor me fijo en otras sesiones? Aquí un ejemplo práctico de desastre absoluto y como intentar salvar los muebles.

ESCENIFICACIÓN DE LOS ERRORES DEL DÍA

(Si no quieres leer llantos, salta esta parte a la siguiente escrita en mayúsculas).

En esta sesión el primer error, y grave, lo cometí yo mismo, traté de programar en el reloj la sesión propuesta de 5k en el canal, con toda la intención de ofreceros un profundo análisis sobre la misma en un caso de aplicación práctica, pero cometí un error grave al pasar los datos al reloj, veamos la imagen publicada de la sesión en cuestión:

Como bien podemos observar, se pretende hacer dos bloques separados por un 2k al 70% de la VAM y 2 tandas de 2’ de descanso entre bloques que lo acompañan, y la cuestión fue que al programarlo en el reloj me salté ese 2k y un descanso de 2’, en otras palabras, el periodo de lavar lactato y recuperar reservas ATP-PC vitales para el segundo bloque me los salté por completo.

Sigamos con más errores, aunque este que voy a decir lo veo un error 50-50 entre mi querido Polar Vantage V2 y yo. Definí que debíamos trabajar por porcentajes de VAM, y ahí fui yo, mi VAM aproximadamente está en 3:30 según datos estimados de polar, decidí fiarme de ese dato y calculé que ritmos representaban ese 60%VAM(5:50), 70%VAM(5:00), 100%VAM (3:30), y 115%VAM(3:02). Una vez los calculé, traté de programarlos y aquí viene el problema/error, en polar solo se pueden definir zonas de velocidad constantes y fijas en el perfil deportivo, no se pueden establecer ritmos concretos para cada serie, por lo cual, entré al perfil y definí que mi zona 1 de velocidad estuviera entre 6 y 5’/km, la zona 2 de 5:00 a 3:40, la zona 3 de 3:40 a 3:10, zona 4 de 3:10 a 2:50, y zona 5 de 2:50 a máximo.

Esto conlleva que mientras estás corriendo, el reloj no te avisa de si vas por arriba o por abajo del ritmo deseado porque los márgenes son muy grandes, pero tampoco había otra forma posible de programación, toca adaptarse.

Siguiente error, correr por el viejo cauce del río Turia. Esto es un error insalvable, no tengo disponibilidad de otro lugar ahora mismo, pero esto implica pasar por debajo de no se cuantos puentes, y eso lleva a fallos de GPS, también implica correr entre preciosos árboles que no ayudan al GPS, aunque afectan menos, y lo que más “incomoda”, muchas personas usan el carril de corredorxs para pasearse en familia, como si faltase río.

Una vez enumerados los fallos cometidos por mi parte, entra en juego otra tesitura propia de la persona corredora popular, el pulsómetro. Esa herramienta que nos venden como ultra perfeccionada que puedes llevar en la muñeca y olvidarte de todo. No hace falta que detalle este error aquí, lo vamos a poder observar cuando lleguemos a la parte de análisis de FC más adelante.

ANALIZAMOS LOS RESULTADOS DEL ENTRENAMIENTO

El análisis de los resultados se conforma primeramente realizando una serie de tablas que nos permiten resumir los resultados de la sesión, una tabla donde agrupamos la mayor parte de valores, otra donde analizamos diferencias rítmicas entre series de trabajo, y otra tabla en la que estudiamos las curvas de recuperación de la FC. Una propuesta de modelo de tablas es la siguiente:

En esta tabla podemos encontrar un resumen por cada serie del tiempo objetivo para la misma y el tiempo logrado, la frecuencia cardíaca media y máxima de cada serie, y los ritmos objetivo, medio logrado y pico máximo.

Gracias a esta tabla, podemos conformar esta segunda tabla:

Los deltas, o diferencias entre series homólogas. Estos datos son muy importantes para poder comprender en qué momentos de la sesión hemos mantenido un rendimiento estable y constante, y en qué momentos hemos tenido un rendimiento excesivamente rápido o lento (por mal cálculo de ritmo o por fatiga). Esta tabla se explicará con más detenimiento más adelante (no es necesario comprenderla todavía).

Y llegamos a una última tabla de un valor intangible para comprender adecuadamente si la sesión la podemos asimilar, o no, a nivel cardiovascular:

En esta tabla nos encontramos la frecuencia cardíaca 0 (justo al terminar la serie), la frecuencia cardíaca 1 y 2, que son las mediciones 1’ y 2’ después de haber terminado la serie de trabajo, estos datos nos permiten tener las gráficas conocidas como curvas de recuperación, y que las veremos en mucha profundidad más adelante.

ANÁLISIS DE RESULTADO

Una vez todas las tablas han sido conformadas, llega el momento de meternos de lleno al mundo del análisis, empecemos precisamente por la primera tabla creada, la de resumen de resultados.

Para poder estudiar esta tabla, yo propongo seguir el siguiente orden:

1º Estudiar las diferencias entre tiempos objetivo y media real de cada serie homóloga.

2º Estudiar las diferencias rítmicas objetivo, real y máximo de cada serie homóloga.

3º Una vez hemos observado los datos, extraer gráficas para poder comparar estos valores de manera diferenciada, es decir, en este caso tenemos 2 series de 1000 (calentar y enfriar) que son homólogas, 3 series de 400 y 100 en el primer bloques que son homólogas, y dos series de 400 que son homólogas. (Son homólogas porque comparten ritmo objetivo y volumen de serie).

4º Vistos estos datos, extraer una gráfica adicional donde comparemos las frecuencias cardíacas medias y máximas de cada serie, y reservar esas gráficas para el momento en el cual analicemos las adaptaciones cardiovasculares del entrenamiento (más adelante).

SERIES DE 1000

Vistas estas instrucciones, observemos los resultados de las gráficas obtenidas del paso 3, pero hagámoslo de manera ordenada, viendo primeramente las series de 1000:

Gracias a esta gráfica podemos apreciar algo con claridad, ambas series de 1000 han tenido un ritmo medio muy similar, y eso es un buen dato, quiere decir que la fatiga acumulada durante la sesión no nos impide aplicar el ritmo objetivo en el enfriamiento, y que por tanto ese ritmo objetivo (a falta de mirar los datos cardiovasculares) debería resultar óptimo.

En esta gráfica comparamos además de los tiempos de cada serie, los picos máximos de velocidad durante las mismas. Mientras durante la primera serie vemos una variación de 1’ más rápido del objetivo, en la segunda nos vamos al 1’30” más rápido.

Esta variación es una burrada siendo claros, y lo que quiere decir es que he tenido muchísima irregularidad para poder correr al ritmo objetivo, probablemente porque mi organismo está acostumbrado a ritmos mucho más altos y cuando le pido uno bajo él mismo, por inercia, busca un ritmo con el que esté más familiarizado, por otra parte, como la sesión se basa en forzar la anticipación de VO2 en el tramo final del entrenamiento, esto puede acelerar aun más nuestros comportamientos musculares y sensaciones de velocidad, haciéndonos correr más deprisa de lo deseado (lo que me ha pasado a mí).

Por tanto, viendo esto, vamos a tener que confirmar más adelante que ocurre a nivel cardiovascular con estas series, pues lo que antes parecía tan claro, ahora ya no lo parece tanto, menos claro parece si comparamos las gráficas de velocidad medidas por el GPS.

Arriba el track de velocidad de la primera serie de 1000, abajo la segunda. Un desastre, aunque la primera parezca más ‘estable’ es un desastre, y lo de la segunda un cachondeo. Observaremos el track en un caso así para intentar comprender si ha habido algún impedimento para la señal GPS que haya ocasionado esto.

Serie 1:

La línea roja es por donde yo paso, la negra por donde lo dice el GPS, esta primera imagen es el paso por debajo de un puente.

 


Otro paso por debajo de otro puente, rojo yo, la línea negra con una curva extraña el reloj.

En la primera serie estos son los únicos puntos conflictivos apreciables, y no son suficientes para explicar mi irregularidad en la velocidad.

Echemos un ojo al track de frecuencia cardíaca, y lo comparo con ese track de velocidad ya mostrado antes, de esta misma serie, a ver qué nos puede ofrecer:

Todo parece razonable hasta la mitad de la serie, y verdaderamente el cambio de frecuencia cardíaca y velocidad no se explican con claridad viendo esto, echemos una ojeada entonces a la frecuencia de zancadas, a ver si encontramos algo.

 


Esta gráfica es la de la cadencia de zancada durante la serie… Si es más plana lo mismo ni la vemos… Con una gráfica de cadencias de zancadas tan estables, no tiene sentido esas variaciones rítmicas tan grandes, por lo tanto, podemos apreciar que el GPS se equivoca, pero que además, el pulso en la muñeca muy fiable tampoco es, yo recuerdo mis sensaciones y no eran las de estar a 160ppm ni de lejos.

Este mismo procedimiento, se realiza con la serie de 1000 de enfriamiento, pero evidentemente, si expongo todos los pasos con cada una de las series, me temo que esta entrada necesitaría almacenamiento en algún servidor adicional de lo larga que se haría, así que os muestro directamente los resultados.

Gráficas de pulso y velocidad, y de cadencia de zancada:

De acuerdo, en esta serie podemos ver que el GPS obviamente presenta picos imposibles con caídas repentinas cuando la cadencia de zancada nunca lo hace, pero por otra parte, se debe reconocer que la frecuencia de zancada no es nada regular, y esto evidentemente conlleva variaciones de ritmos. Esto, muy probablemente viene generado por fatiga y falta de experiencia corriendo a estos ritmos lentos, pues no acostumbro a trabajar en ellos, y me resulta difícil no ir algo más rápido. En cuanto a la FC, podemos ver que todo iba bien hasta que se dispara y se va a pulsos de mas de 160ppm sin explicación verdaderamente clara, por lo cual, el pulsómetro nos vuelve a fallar.

Así, vistas ambas series, podemos comprender que realmente en la primera serie hemos tenido la calidad deseada por más que el GPS y el pulsómetro se empeñen en marearnos, pero la cadencia de zancada nos enseña que realmente no ha sido todo tan inestable e irregular. Por otra parte, de la segunda serie, sí, ha sido un desastre por mi parte y por la del reloj, pero también nos enseña cosas de las que debemos aprender, no tengo experiencia ni bien desarrollada la capacidad para correr en zonas lentas o de baja frecuencia cardíaca, y eso es algo súper importante de trabajar en lo que debo prestar atención.

SERIES DE 400 – 1º BLOQUE

Los procedimientos seguidos para su análisis son exactamente idénticos, por lo que vamos a exponer directamente las gráficas relevantes y como analizarlas.

Gracias a esta gráfica podemos observar que todas las series de 400 nos han salido más lentas que el objetivo, pero que todas nos han salido relativamente similares. Esto no me preocupa, yo estoy acostumbrado a que una serie de 400 es 1’20”-1’30” habitualmente, y que aquí quería hacer trabajo de baja intensidad fraccionado, por lo tanto no me preocupa especialmente haber ido un poco más lento de lo deseado, pero, veamos la siguiente gráfica a ver qué tiene que decirnos.

En esta gráfica podemos observar la diferencia entre ritmo máximo, medio y objetivo, y aquí podemos observar diferencias muy marcadas entre objetivo y máximo, esto augura probablemente irregularidad en los ritmos durante la serie, y eso solo demuestra falta de experiencia a esos ritmos. Comprobémoslo:

¿Qué podemos ver de este bloque de series de 400? El pulsómetro en la segunda serie comete error de medición, no son congruentes esos resultados con los de las otras dos series, pero solo parece ‘fiable’ en la primera serie, pues en la tercera tiene unas irregularidades dignas de devolución del reloj.

En cuanto a velocidad, la estabilidad es nula y será conveniente revisar el track GPS (siguiente captura).

La frecuencia de zancada vuelve a ser muy estable, no cuadran los valores de cadencia de zancada con los datos de velocidad, solo en el tercer bloque encontramos un poco de irregularidad, que podría explicarse por fatiga tras los esprines de 100 metros, pero tampoco es tan destacada como para ofrecer cambios de velocidad tan marcados o esos picos de pulso.

Revisamos el track, y sacamos conclusiones. Encontramos hasta 4 puentes en total por la zona en la que realizamos todo el primer bloque de trabajo, y 4 puentes en un conjunto de series que da por resultado unos 2 kilómetros (trabajo de series más recuperar caminando), no se pueden considerar explicación suficiente para tales imprecisiones. Juzgadlo vosotrxs mismxs (línea roja):

¿Qué conclusiones podemos extraer de estas series? Pues podemos fijarnos en el comportamiento cardiovascular de la primera y tercera serie, que nos confirman lo que ya deducíamos, no soy una persona eficiente a bajos ritmos de trabajo, mi pulso tiende a dispararse, claro que hay que no dejar de lado que las series de 100 que las preceden buscan precisamente eso, disparar el pulso muy rápidamente, por tanto se arrastra esa inercia y se ve reflejada en la frecuencia cardíaca, pero aún y así, es excesiva. Por otro lado, los datos de velocidad no son fiables, habría que ver si realmente los de distancia lo son, pero coger tramo a tramo con Google maps y comprobarlo es mucha faena para poco beneficio cuando ya está claro que las cosas no han ido bien.

SERIES DE 100

Sigamos con los procedimientos para este conjunto de series. Veamos las gráficas: 

Los tiempos de las series son más lentas de lo deseado por el objetivo, pues, en series tan cortas 2” es una diferencia de un 10% y eso es muchísimo respecto del objetivo, pero si vemos la segunda es para echarse a llorar, 3” representan un 15% respecto del objetivo y es una diferencia abismal. Profundicemos a ver que ha ocurrido, mi tiempo normal de un 100 máximo está en torno a 13-14” (actualmente… pero yo era más rápido y prefiero no acordarme, que me entra nostalgia).

Diferencias entre ritmos medio, máximo y objetivo durante las series, como es normal estas series presentan mucha diferencia en esos valores, recordemos de aquella entrada de estrategias rítmicas en este mismo blog, que en los 100 metros lisos el tramo de máxima velocidad es desde los 60 a los 80 metros, por lo que la serie es completamente en aceleración si somos súper profesionales (no es mi caso evidentemente), estimo que mi máxima velocidad llega a los 40-50 metros y ya no da más de sí.

¿Qué ocurre además en series tan cortas? Que el GPS tarda en reaccionar, y con ello, tarda en obtener medidas de distancia y velocidad, por lo cual, lo habitual es recorrer más de 100 metros antes de que el reloj lo detecte realmente, y esto afecta a las medidas. Entonces, ¿Qué deberíamos observar de estas series? La estabilidad en los ritmos máximos, al final, en series tan cortas hemos de observar el pico máximo de velocidad medido, pues si son estables entre sí encontraremos estabilidad de rendimiento en las series.

¿Estas series han sido estables? Si miras la gráfica de lejos si, pero lo cierto es que no. El ritmo máximo de la primera serie (2:37), de la segunda serie (2:32), y de la tercera serie (2:43), representan una diferencia desde la más rápida hasta la más lenta de 11 segundos, y eso, pasado a velocidades en km/h (para hacerlo más visual), implica que en la primera serie nuestra velocidad pico ha sido de 22,9km/h, en la segunda de 23,6km/h, y en la tercera de 22 km/h, y parecían estables, ¿verdad?, en series así de cortas y rápidas, una diferencia de hasta 0,5km/h en el pico máximo es aceptable, más diferencia es un indicador de rendimiento muy variable, y por tanto hay que observar con detenimiento que ocurre, pues en estas series la diferencia llega hasta 1,6km/h, y eso más de 3 veces el margen de 0,5km/h.

He comprobado los tracks GPS, la gráfica de velocidad, de pulso, de cadencia… Los datos, los voy a resguardar, porque como Polar lea esto lo mismo me deniegan el acceso de por vida a sus servidores y sus productos, y le tengo cariño a mi reloj aunque me de guerra diaria. Solo diré que los datos no son concluyentes, y que para series más cortas es mejor hacerlas en zonas de distancias medidas y validadas con cronómetros, y después comprobar los datos. Son series demasiado cortas en las cuales el reloj no puede ser preciso adecuadamente.

¿Qué aprendemos de estas series? Que hay formas mejores de trabajarlas que con un GPS, y que mis picos de velocidad máxima están muy lejos de aquellos 36kmh/h que un día llegue a marcar con un ciclista al lado con un velocímetro muy muy preciso… Llantos fuera, sigamos el análisis.

SERIES DE 400 DEL SEGUNDO BLOQUE

Analicemos las últimas series que nos queda por ver, los 400 del final:

Nuevamente, series más lentas de lo deseado en el objetivo, pero como ya ocurriera en las primeras series de 400, no me preocupa por las mismas razones que no me preocupo anteriormente. Veamos pues la siguiente:

Volvemos al problema de toda la sesión, gran diferencia entre máximo y medio en ambas series, pero sobre todo en la segunda, y eso nos advierte de una posible amplia variabilidad en la velocidad mantenida durante la serie. Revisaremos el track de velocidad, pulso y cadencia de ambas series para comprender que ha podido ocurrir.

Vayamos por orden, el pulsómetro juguetea como toda la sesión, nada nuevo, las dinámicas cardiovasculares no son estables ni congruentes ni con la sesión ni con datos anteriores, observamos la velocidad GPS, y como no esta hecho zoom, parece algo estable, pero si lo miramos con zoom nos damos cuenta de que los ritmos son extremadamente variables, con picos por arriba y por abajo, y esto en una serie corta como un 400 la hace muy imprecisa.

Pero esta vez, no puedo fijarme en el GPS y lanzar improperios contra él, yo no tengo una cadencia tan estable como la de toda la sesión, por lo cual, he de observar que mis sensaciones de que las series de 100 estaban cargándome muscularmente, me conducen muy probablemente a esta inestabilidad en la cadencia en las series. Esta vez, la responsabilidad de la irregularidad también es mía, lo que confirma a priori, que la fatiga de las series de 100 me ha afectado la estabilidad de rendimiento en estas series, pues estoy acostumbrado a hacerlas a estos ritmos y no suelo tener estas irregularidades.

¿Qué podemos aprender de estas últimas series? Que las series de 100 explosivas no las he recuperado lo suficiente, (¿recordamos que me salté un periodo de 2k y 2’ de descanso que debían salvarme de esta tesitura?), y que mi estabilidad rítmica se ha visto comprometida.

ANÁLISIS DE LOS DELTAS

¿Qué son los deltas? Las diferencias entre lo deseado y lo realizado, entre lo conseguido en una serie con respecto de sus series homólogas. Y ¿Para qué nos sirve esto? Pues para comprender como la fatiga merma nuestra capacidad de rendir frente a esfuerzos equivalentes conforme ésta se va acumulando con el transcurso de la sesión.

Vayamos por orden, ¿Qué significa cada columna?

Tolerancia de tiempo: es la diferencia de tiempo entre el tiempo objetivo y el logrado en esa serie.

Tolerancia de ritmo: es la diferencia del ritmo objetivo y del logrado en esa serie.

Delta ritmo medio-ritmo máximo: es la diferencia entre el ritmo media de una serie y el ritmo máximo de esa misma serie.

%Tiempo: la tolerancia de tiempo qué % representa respecto del tiempo objetivo.

%Ritmo: la tolerancia de ritmo qué % representa respecto del ritmo objetivo.

%RmedRmax: la diferencia entre el ritmo medio y el máximo en % respecto del ritmo medio.

Visto lo cual, ¿para qué nos sirve esta tabla, y cómo leerla? Pues paso uno, fijarnos en las series homólogas, paso dos, observar las columnas de forma ordenada, comparando cada columna con su %, paso tres si una serie muestra tolerancias superiores al 3% en algún valor detenernos a observar por qué y si es realmente significativo ese 3%. Expuesto el procedimiento, vayamos al lío.

SERIES DE 1000

Ambas muestran la misma tolerancia de tiempo, un 0,86&. Eso significa que el tiempo final logrado lo suficiente próximo al objetivo como para apreciarlo como objetivo logrado en ese aspecto. Ambas muestran por tanto una tolerancia de ritmo medio idéntica, por ende, otro aspecto superado con éxito.

La diferencias entre el ritmo máximo y medio de ambas sesiones representar un 15,85% para la primera y un 21,97% para la segunda, lo cual es exageradísimo en ambas. La regularidad y la estabilidad en una serie así es fundamental para que verdaderamente sea significativa y asimilable, por lo cual, las series no han sido correctamente ejecutadas y su efectividad queda en entredicho.

SERIES DE 400 1º BLOQUE

Las tres series muestran una tolerancia de tiempo entre el 4,17% y el 7,50%, esas son tolerancias muy amplias para una distancia corta en cuanto a tiempo, comprobemos los ritmos para poder hacer un cuadro de la situación más preciso. Las tolerancias de ritmo oscilan entre el 5,33% y el 8,33%, eso, en estas distancias, es una burrada de diferencia.

No merece la pena observar más, estas series no han sido estables, y observarlas desde la perspectiva de los deltas, nos amplia, y mucho, nuestra visión obtenida de estas series a partir del primer análisis por medio de la tabla de resultados. Si además nos fijamos en la tolerancia de ritmo medio y máximo, nos encontramos el desaguisado mundial, entre el 15,19% y el 23,08%.

En el primer estudio de estas series, hemos concretado que la velocidad estaba mal medida por el GPS y que yo además cardiovascularmente no soy eficiente a ritmos bajos. Esto, concuerda perfectamente con este desaguisado.

SERIES DE 100

Las tres series muestran una tolerancia de tiempo de entre 1 y 3”, y esto que parece poquita cosa, resulta en una tolerancia que oscila entre 5,56% y 16,67%, es decir, un auténtico desastre en series tan cortas donde la diferencia no debería ni acercarse al 5%, y si me apuráis, ni al 3%.

En cuanto a ritmos, aún va la cosa peor, oscilamos entre el 21,43% hasta el 26,92%... Sin comentarios. Y en cuanto a ritmos máximos y medios, llegamos a un valor máximo en una serie de 32,03%, pero también a un mínimo de 27,23%. Un desastre.

Estas series, como ya habíamos concluido están mal medidas, de ahí que los resultados indiquen que estas series son un completo desastre y no han servido para nada. Pero lejos de esta teórica realidad, en la práctica, las series fueron mucho más estables de lo que aquí parece, y yo, por sensaciones y experiencia se que fueron bastante mejor que esto.

SERIES DE 400 DEL 2º BLOQUE

La tolerancia en tiempo oscila entre el 4,76% y el 5,95%, esto hace que hayan sido series muy similares y por tanto puedan ser significativas, pero claro, esto queda totalmente desmontado cuando vemos el % de ritmo máximo y medio y nos encontramos con unos catastróficos 22,77% y 48,65%.

De aquí podemos comprender que la irregularidad del ritmo en las series las hace menos significativas para el entrenamiento de lo que podrían parecer, pero en base a observaciones previas, debemos aceptar que no fueron tan catastróficas y que probablemente si hayan sido positivas en nuestro entrenamiento.

ANÁLISIS DE LAS CURVAS DE RECUPERACIÓN

Y ya por último, para finalizar nuestros análisis del entrenamiento, vamos a las curvas de recuperación de la FC, rescatando esta tabla tan bonita que puse al principio lejano de esta entrada de blog.

Gracias a esta tabla, podemos obtener datos muy interesantes, por si no lo recordamos:

FC0: momento final de la serie realizada.

FC1: 1’ tras el FC0.

FC2: 2’ tras el FC0.

Otro aspecto importante es recordar la siguiente tabla (orientativa y que debe ser adaptada a cada persona y cada situación, como todo):

Gracias a esto, podemos extraer gráficas de evolución de pulso tras series, de este modo.

Esta es la recuperación de pulso tras el calentamiento, observamos una pendiente primeramente más rápida que la segunda (lo cual es perfectamente normal y de hecho es lo mejor que nos puede pasar), pero lo interesante de esto es que durante el primer minuto, recuperamos 23ppm. 23ppm pueden parecer una recuperación muy pequeña, y de hecho, ante cargas más altas, una recuperación de 23 ppm es sufrir mucho más de lo deseable, incluso sería perjudicial, pero bajar de un pulso ya per se bajo, a otro más bajo todavía, es correcto. Nuestra asimilación cardiovascular de esta serie es buena.

Aquí podemos observar las curvas de recuperación de las series de 400 del primer bloque. La segunda serie recordemos que fue un desastre, y claro, el pulso final de esa serie es muy bajo respecto de las otras dos. Nos debemos fijar en dos aspectos, el comportamiento de las curvas es casi idéntico para ambas series, pero un poco más lenta en la tercera serie, y eso es sinónimo de fatiga cardiovascular para asimilar la carga desarrollada. Aun y así, son muy similares y por tanto, la asimilación de las series hechas es correcta. 

Si nos apoyamos en datos exactos, la primera serie recupera 44ppm y en la tercera 35ppm. Esto es significado de que mi capacidad para asimilar estas cargas es muy alta y que lo que ralentiza esa asimilación es la fatiga por las series de 100 intercaladas a los 400.

Y aquí tenemos esas series de 100, los datos de pulsaciones no son verdaderamente representativos en series tan cortas, porque no da tiempo al organismo a evolucionar la frecuencia de trabajo cardíaca al mismo nivel que si se activa nuestra musculatura y sus demandas. En este caso, estas curvas no merecen especial atención.

Y, por último, aquí tenemos las series de 400 del último bloque y sus curvas de recuperación de 2’. Ambas muestran tendencias muy similares, la primera (azul), llega a un pulso final menor respecto de la segunda, pero ambas llegan al mismo pulso tras 1’ de recuperación, y es una diferencia de pulso en torno a 30ppm, por tanto cardiovascularmente ambas series son asequibles a nivel cardiovascular al tener en cuenta que parten las recuperaciones desde pulsos bastante bajos.

CONCLUSIONES

Este entrenamiento, a pesar de todos los problemas, demuestra que necesito trabajar las zonas de ritmo bajas, la aerobia, que la tengo muy descuidada, y que debo trabajar la regularidad rítmica de la cadencia de zancada en ritmos bajos.

¿Qué? ¿Debíamos tirar la sesión a la basura? Pues entran ganas, desde luego, pero gracias a esta sesión vemos, además de los ritmos bajos, que intercalar velocidad extrema con trabajos de baja intensidad, en lugar de separar los conjuntos de series por volúmenes iguales, nos lleva a profundas modificaciones del comportamiento cardiovascular, hasta el punto de que series perfectamente tolerables como los son los 400 del primer bloque, se ven afectados por la fatiga de las series de 100.

Cuando nos encontramos ante situaciones desastrosas, pararnos a observar y analizar es tedioso, lento y pesado, pero cuando logras separar la cal de la arena, encuentras datos interesantes que tienen más para enseñarnos de lo que creemos, y entonces llegamos a que, a veces, incluso la sesión más fea del mundo tiene algo que enseñarnos si nos paramos a observarla con cariño y paciencia.

Espero y deseo que esta lectura os haya gustado tanto como a mi su escritura, un placer chicxs, cualquier duda, en comentarios, en Telegram: t.me/simplyruncommunity o en Twitter @SimplyRunner.


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